VEINTICINCO AÑOS

cien cambios de estación llevo en la sangre
y siempre el mismo pulso en erupción
a veces me pregunto si comprendo
que la existencia es acumulación

parece que no fuera suficiente
el tiempo que ha pasado sobre mí
para mirar la vida con los ojos
de cada corazón que conocí

pero algo me ha enseñado este camino
no importan los guarismos ni la edad
sino el amor total de los detalles
la miniatura de la humanidad

no sé por qué recuerdo ciertas cosas
tampoco por qué olvido las demás
quizás en realidad conservo todas
pero algunas se ocultan muy atrás

me busco en el futuro y no me encuentro
me busco en el presente y aquí estoy
buscando con palabras la pregunta
que sea capaz de responder quién soy

las garras del reloj siguen cavando
la inexorable fosa que al final
será la patria eterna de mis huesos
sin himno sin bandera y sin igual

pero hoy el día me convoca y tengo
una osamenta para echar a andar
un himno para sacudir el alba
y una bandera para enarbolar

cien cambios de estación llevo en la sangre
y siempre el mismo pulso en erupción
a veces me pregunto si comprendo
que la existencia es acumulación

LETRA Y MÚSICA: Javier Zubillaga © 2005

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